La posición de ranita


La posición recomendada para llevar a un bebé, es la que llamamos posición ranita. Esta posición es lo más parecido a la postura que tiene el bebé cuando está dentro del útero y consiste en tener las piernas abiertas unos 100 grados y flexionadas de tal manera que formen un ángulo de 45 grados hacia arriba y las pompitas del bebé queden más bajo que sus rodillas. Aunque esta posición puede parecer forzada, es realmente la posición natural de los bebés.

La espalda

Los bebés nacen con la espalda totalmente curvada, en lo que se denomina cifosis total y sólo con el paso del tiempo, cuando el bebé ya camina, la columna se extiende en una posición parecida a la del adulto.


La posición ranita permite la curvatura de la espalda en los bebés evitando forzarla en una posición recta que no es la adecuada ni recomendable para ellos. De hecho, es imposible para ellos mantener la espalda curvada si no tienen las piernas flexionadas en posición ranita.


La Cadera

En recién nacidos, la cabeza del fémur encaja en el hueco de la pelvis (acetábulo) en un ángulo diferente al adulto. Los huesos de los bebés además son muy blandos, de cartílago, y la osificación no se completa hasta la adolescencia y por ello, la cadera se desarrolla dependiendo de la posición y presión que el hueso del fémur ejerce contra ella. En la posición ranita, la cabeza del fémur encaja perfectamente en el acetábulo sin tensar los ligamentos ni forzar la posición. De hecho, los recién nacidos adoptan esta posición por si solos la mayor parte del tiempo y, sobre todo, cuando se les toma en brazos, ya que están fisiológicamente preparados para ir en esta posición.


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Sujeción adecuada según la edad

Hasta que el bebé no controle el movimiento de la cabeza, se deberá dar soporte a esta y subir la tela del fular hasta un dedo por encima de sus orejas para sujetarla bien.- A los bebés más grandes les gusta mover los brazos cuando están despiertos, para permitirles esto, puedes bajar la tela del fular por debajo de sus hombros y subirla cuando estén dormidos. Manteniendo la misma posición de cadera.

Posición cara al mundo

No se recomienda usar esta posición por varios motivos, uno de ellos es que la forma de su espalda es una "C" y, si en lugar de ir cobijados contra nuestro pecho van mirando hacia afuera, estamos forzándoles a invertir esa postura y no pueden llevar las piernas recogidas contra nosotros sino que van sueltas, al aire, colgando.

Otro gran motivo sería la exposición a sobre estimulación externa. Un bebé colocado contra su papá o mamá se duerme tranquilo, se protege con nosotros del exterior, se arrulla contra nosotros, incluso cuando va a la cadera o a la espalda. Pero si va colocado hacia delante no puede protegerse, va expuesto a todo tipo de estímulos que, para nosotros adultos, pasan desapercibidos pero a ellos pueden molestarlos.
El porteador también puede adquirir una mala posición reclinando su cuerpo hacia delante debido al peso y la inclinación del bebé.